25/1/2019

En la clase de hoy hemos hecho un análisis de conducta tras visualizar un episodio en el que una niña tenía conductas negativas constantemente. El caso es que  la niña debía llevar siempre la razón y la tenían que dar lo que quisiese porque sino se ponía a llorar, patalear, gritar,... El estímulo que provocaba esa conducta era el hecho de que la niña quisiese algo y los padres no se lo consintiesen. Para solucionar esa conducta, el profesional que estaba ayudando a los padres fue en busca de la raíz del problema, una vez llegado a esta, cada vez que realizaba una conducta negativa, la niña era ignorada y cada vez que realizaba una buena conducta era felicitada y se la prestaba mucha atención.
He aprendido que la mayoría de veces cuando una persona tiene conductas negativas se debe ir a la raíz del problema, y en muchos casos, esas conductas son provocadas por demasiada atención cuando eran realizadas (ya que siempre estamos en busca de atención) y esa es la manera en la que conseguimos esa atención que rogamos, "liándola" y en estos casos los mejores remedios para que la conducta negativa sea sustituida por conductas positivas son la ignorancia y la paciencia, sobretodo la ignorancia ya que esta conducta no es premiada con atención y estas personas se ven obligadas a cambiar su conducta si quieren la atención que están buscando, por eso cuando hacemos las cosas bien, también deberíamos ser felicitados. Esto lo he aprendido gracias a la explicación de Juan, el profesor, al análisis de conducta, que hemos realizado, de Emily (la niña).